El hombre antorcha huye (2º parte anunciada)

(Nota Previa: La foto no tiene nada que ver, es un recurso más para captar gran parte del público masculino).

Y aquí estamos de nuevo, que lo prometido es deuda. Y para explicar la ruptura, para que entendáis lo irremediable de esa decisión en algunos casos, voy a regalaros un par de refranes (el segundo bastante soez, pero bueno) y una anécdota que me contaron el otro día. Esta anécdota es irreverente, así que los más beatos dejad de leer ya.

Bien, si seguís todos aquí, no? Lo que decía es que más allá del cansancio de una relación, más allá de la clásica crisis de los cuarenta, más allá del reproche "has descuidado nuestra relación" y bla, bla, bla… La mayoría de las rupturas son por cuernos. Si, y para que nos vamos a engañar, en la mayoría de los casos (no todos) el que se marcha con otra suele ser el hombre. Si es la mujer la que se marcha con otra puede ser un subidón, pero no suele pasar, keep cool!

Y es que, ahí voy con los refranes:

Tiran más dos tetas que dos carretas… Este es un clásico básico.
Y mi favorito: Más tira pelo de coño que maroma de barco.

(Sabéis lo que es la maroma de un barco no? Ay, esa Logse, a buscar en google!)

Así que una vez dejado claro estos conceptos, que los tíos podemos perder la cabeza y ya no hay nada que hacer, ahí va mi anécdota.
Me contaron el otro día una historia que pasó hace muchísmos años. "Una tira de años" me dijo con él con su acento característico. Al parecer, en su Jaén natal, un amigo de su padre, creo que me dijo que abogado, pero en todo caso un tipo respetablemente casado, de unos 50 años, y con tres hijas ya adolescentes, se fugó con una "vedette" que pasó por allí a hacer un espectáculo.

La gente de la época, se echó las manos a la cabeza y mandaron a algunos amigos, entre ellos a su padre, para que le hiciesen entrar en razón. Cuando lo encontraron intentaron sin éxito que recapacitara. Le dijeron que no tenía edad, que la tía esa era una buscona y una p*ta, que su mujer estaba destrozada, que pensase en sus hijas, que tal y cual.

Y entonces el hombre se dirigió al padre del que me contó la historia y le dijo lo siguiente: "Mira Paco, cuando un hombre encuentra un c*ño a su medida… hasta el Papa se lo piensa!"