Y es que, como dicen los ingleses, great minds think alike! Ja, ja..
Aquí va un extracto del artículo.
El toro es , pues, la excusa perfecta. ¿Qué mejor manera de evidenciar que no somos españoles y que no tenemos nada que ver con ese hatajo de bárbaros hirsutos y primitivos que desterrar de las ciudades catalanas la insoportable tradición de la tauromaquia?
Que el problema no son los toros señores. El toro es la disculpa, la excusa y el medio para conseguir otros objetivos. Bueno, conseguir otros objetivos y tapar otros problemas.
Ay! Pobre torito, torito bravo...
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