Cambio de aires: trabajando en Panopticon

Cada vez estoy más seguro que ha llegado el momento de cambiar de aires. Cada día llego al trabajo y cual Zoolander miro mi cara reflejada en mi ordenador y me pregunto: "who am I?". Hace un par de horas, además, recibí una señal inequívoca. Os cuento.

El otro día uno de mis compañeros nos pidió que leyésemos un artículo en la apasionante revista del gremio que nos llega mensualmente. Antes que nada aclaro que el gremio "al que pertenezco" (y lo pongo entre comillas a propósito) es el de la auditoría interna. Yaik!!! En fin, que como casi siempre pasé de él y la revista siguió sobre mi mesa sin abrir.

Esta mañana, casualidades de la vida, he llegado a la oficina muy temprano dado mi incipiente insomnio fruto del jet lag, la mala conciencia, una lesión de tobillo y las preocupaciones propias de la treintena. Al ver la revista sobre mi mesa, antes de tirarla a la basura, la he ojeado y me he leído, de manera totalmente fortuita, el artículo que recomendaba mi compañero/amigo/jefe. Este último anexo es importante.

El artículo trataba de la forma de hacer nuestro trabajo, de una manera general. Algo así como un manual de consejos prácticos de nuestra labor dentro de la empresa. Estupefacto, me tropecé en mitad del ensayo con la siguiente analogía. Vuelvo a insistir que ya va siendo hora de buscar nuevos horizontes.

"En el siglo XVIII el filósofo británico Jeremy Bentham planteó un idea sobre un nuevo tipo de prisión. Consistía en un edificio circular, de varias plantas, con las celdas ubicadas en torno a una columna central donde estaría colocados los carceleros. Las ventanas permitirían a los guardianes observara a los prisioneros, pero no a la inversa. Esta prisión fue denominada Panopticon. Nunca llegó construirse, pese a que su objetivo era reducir costes a base de disminuir el número de guardianes necesarios ya que, al no saber si estaba siendo o no observado, el preso se vería obligado a comportarse siempre como si lo estuviera.

Este concepto permite a un vigilante observar (óptico) a todos (pan) sin que puedan saber si están siendo observados o no."

Y ahora viene lo bueno..

"Esta teoría puede ser útil para la auditoría interna: estableciendo controles o alertas que den la sensación a los auditados de que pueden estar siendo vigilados en todo momento, su inclinación a cometer fraudes o irregularidades disminuirá."

Toma ya! Así que el tipo este, y mi jefe que nos anima a su lectura, compara la empresa con una cárcel (amén, esa analogía no puede ser más acertada), y a nosotros, los auditores, con los vigilantes. Es espectacular. Así que yo soy el vigilante en una prisión de máxima seguridad y mi objetivo es tener a toda la gente ac*jonada por lo que pueda pasar! Sin duda, visto así, mi trabajo es de lo más gratificante.

Pero es que no acaba ahí la cosa. Buscando en internet sobre este tipo de prisión, encuentro más información al respecto.

"Jeremy Bentham cuidó cada detalle en sus planos. La torre central no tendría puertas para evitar ruidos que delatasen la posición del carcelero y las ventanas contarían con persianas venecianas que permitían mirar sin ser vistos. No habría en toda la prisión ningún punto muerto que escapase de la mirada de los guardianes. Bentham defendía que su prisión sería mucho más barata que las convencionales, ya que se ahorraría mucho en personal. Los prisioneros actuarían en todo momento como si hubiese alguien en la torre aunque ésta estuviese vacía".

Si, parece que el símil de la prisión infernal con la oficina es cuasi perfecta. Ahora bien, otras voces tomaron el modelo y añadieron algunos detalles que lo mejorarían. Ahí va la opinión de otro ilustre pensador:

"Para Foucalt, la clave está en que los carceleros nunca deben hacerse notar en su observación. Los prisioneros no tienen que saber cuándo están siendo vistos para que así asuman que el vigilante es omnisciente, que está en todas partes y se entera de todo en todo momento. Pero para reforzar esta idea en el subconsciente de los reclusos, los carceleros tienen que demostrar cada cierto tiempo su poder por medio del castigo."

Así que, no contentos con ser una especie de maligno carcelero, un vigilante oculto siempre al acecho, debemos demostrar, de vez en cuando y cuando menos se lo esperen, toda nuestra fuerza. De vez en cuando, sin previo aviso… Puede haber algún perfil más alejado de lo que yo soy?

Como he dicho al principio, creo que es hora de cambiar de aires. Alguna idea?*

*Esta vez vuestra opiniones "si" que me importan, lo que pasa es que no sé como cambiar lo de abajo.