En un primer momento pensé en escribir sobre la gente que había allí. Sobre los famosos de medio pelo; sobre la gente que siempre está en estos planes, los que son un poco más famosos que también están en todos lados. Sobre los actores españoles que van por la vida sin ducharse (o por lo menos lo parece) y que también están invitados a estas cosas supongo porque forman parte del business. También he tenido la tentación de escribir sobre la impuntualidad que odio. Si, más de dos horas tarde llegaron las estrellas americanas, lideradas por un trajeado Justin Timberlake. Si, trajeado pero dos horas tarde lo que provocó que el presidente de la Academia de Cine, Alex de la Iglesia se levantara y se fuera.
Pero al final, tras dos horas, aparecieron los famosos, respondieron una pregunta cada uno y se fueron por donde vinieron. La respuesta de Justin por cierto, ante una pregunta normal y corriente del presentador Joaquín Prats Jr. fue memorable. Recordó a Alfredo Landa en aquellos Goya donde se trabó. Pero claro, en el caso de Justin, visible e incomprensiblemente nervioso para un artista de su talla, yo creo que se debía al consumo de alguna sustancia. Cristalino? Justin, controla.
Pues bien, al fin se apagaron las luces, se silenciaron los móviles y empezó la película. (Podéis leer que no voy a estropear nada).
Un joven con sudadera habla con una compañera en un bar universitario. Los dos discuten. Las imágenes son ágiles, directas. De repente la imagen cambia. CLICK.
Ya no están en el bar. El mismo estudiante está en una sala blanca, sentado detrás de una mesa respondiendo a algunas preguntas. CLICK. De vuelta al bar, la conversación sigue. Los dos jóvenes hablan y el estudiante se va corriendo a su cuarto. Se encuentra con su compañero y se le ocurre una idea. CLICK. De vuelta a la misma habitación inmaculada, otras preguntas al mismo estudiante pero ahora aparece también su amigo del cuarto. Su cara ya no refleja la misma sintonía. CLICK. Otra vez en el Campus, los acontecimientos se desarrollan con ritmo. La historia, en parte conocida, va de un lado a otro. CLICK, CLICK.
Porque, al igual que el protagonista que está gran parte de la película en su mundo, delante de un ordenador, los hechos se suceden casi a golpe de ratón. CLICK. Estamos en la universidad. CLICK. Estamos en un juicio, con abogados, con preguntas capciosas, con miradas asesinas. CLICK. Mark Zuckerberg el protagonista cliquea en su ordenador. CLICK. En la universidad. CLICK. En una sala vacía. CLICK. En su mundo.
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N.B. No sé que tal me ha quedado lo de los CLICK's. Es que estoy tan emocionado y como no quiero estropear la película lo he dejado ahí.
Que no se la pierda nadie. CLICK. Seguid mirando FB, digo trabajando…!
Corrección: lo he escrito esta mañana y he puesto CLIC, así, sin "K". Ya lo he corregido por indicación de mi colega Anti. No sé en qué estaría pensando. Un Click, desde siempre ha sido un CLICK, ¿no?
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