Desde siempre he disfrutado más de las desgracias (siempre que no sean muy graves) que de las alegrías. Es una realidad que además parece que comparto con mucha gente, aunque no se atrevan a decirlo. Muchas veces, cuando estoy con algunos monólogos humorísticos noto como la gente se ríe mucho más con las cosas trágicas que cuento que con las cosas buenas. De hecho tanto si es bueno como si es malo, le pongo el mismo entusiasmo e intento que tenga el mismo humor. Sin embargo la gente es más fácil que se divierta con historias ligeramente trágicas y humillantes, siempre en clave de humor.
En fin, que este fin de semana otro colega mío ha anunciado que se casa poniendo fin a todo tipo de especulaciones sobre la fecha y el lugar. Desde aquí nos alegramos, por su felicidad que es la nuestra, aunque es cierto que las rupturas y el desamor dan mucho más juego. ¿Verdad, Sabina?
Lo peor del amor cuando termina son las habitaciones ventiladas, el puré de reproches con sardinas, las golondrinas muertas en la almohada. Lo malo del después son los despojos que embalsaman al humo de los sueños, los teléfonos que hablan con los ojos, el sístole sin diástole sin dueño. Lo más ingrato es encalar la casa, remendar las virtudes veniales, condenar a la hoguera los archivos. Lo peor del amor es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le quedan dos puntos suspensivos…
2 comentarios:
“La gente espera toda su vida. Esperan vivir, esperan morir. Esperan en la cola para comprar papel higiénico. Esperan en la cola para recibir dinero. Y sino tienes dinero, esperas en colas más largas. Esperas para dormirte y esperas para despertarte. Esperas para casarte y esperas para divorciarte. Esperas que llueva, esperas que deje de llover. Esperas para comer y esperas para volver a comer. Esperas en la consulta del loquero con un montón de anormales y te preguntas si serás uno de ellos.”
Charles Bukowski
Muy, muy buena, gracias. De hecho por aquí me dicen ahora que el ser humano vive de las vísperas. Qué gran verdad. De hecho Punset en su libro de la felicidad habla de que la felicidad de verdad, el momento realmente feliz, es el previo a algo bueno. Por ejemplo, cuando te dan un regalo, el mejor momento es cuando te lo dan, antes de abrirlo. Luego ya baja de nivel. Mi primo y yo nos inventamos el NO REGALO como técnica para hacer felices a la gente. Consiste en preparar un paquete de P.M, de una buena marca pero sin nada dentro. Luego claro, después de la emoción enorme llega el bajón; es subidón y luego bajón, como la droga...
Muchas risas.
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