Toros y otras cuestiones (o es al revés?)

A pesar de la crisis galopante, de los problemas acuciantes como el paro, la corrupción y el terrorismo de toda índole en el Parlamento de Cataluña tienen tiempo para montar un circo, quería decir, un foro de debate, sobre los toros. Y es que resulta que ese es el gran enemigo de muchos intelectuales, la fiesta "nacional". Esa y no otra es ahora su gran preocupación y el sufrimiento del toro, su caballo de batalla.

Pero qué les pasa? Es porque el toro sufre? Si, es porque sufre entonces no podríamos comer nada de carne, ni de pescado porque todos eso animales sufren al morir. Bueno, en el parlamento algunos se han mostrado de acuerdo con eso, que no se deberían comer animales que han sufrido en su muerte. Pues vale, poco y mal íbamos a comer en ese caso, qué quieren que esto se parezca a Inglaterra!

Otros en cambio no están en contra de eso, de comer animales que han sufrido me refiero. Están en contra de que se organice un espectáculo en torno a ello. "Si, si, la caza y la pesca no está mal" añade este otro sector de antitaurinos "porque no se venden entradas". Parece que lo que molesta es que se haga negocio y que sea un espectáculo con el que la gente disfruta.

Ambos razonamientos son tan débiles, se sostienen con tan pocos argumentos y su obsesión repentina con el toro es tan subjetivo (porqué el toro ahora, porqué no todos los animales como he dicho?) que se les ve demasiado el plumero. Me vienen a la cabeza otros ejemplos recientes muy similares. Defender en una cosa cuando en realidad lo que quieres hacer es ir en contra de otra.

La guerra de Irak, por ejemplo. Por qué no manifestarse por la paz, en contra de las guerras, de todas las guerras? Por qué centrarse en esa guerra en ese momento? En ese caso todo iba vestido de un supuesto pacifismo pero el objetivo era otro, el fin era criticar al gobierno. Una vez conseguido el objetivo, los pacifistas se han retirado a su casa y las guerras actuales ya no importan. La pregunta que muchos nos hacemos: dónde están ahora?

Algo similar ocurre con algunos sectores nacionalistas que están en contra de la construcción de la "Y" vasca. Pero cómo va a estar alguien en contra de un tren que piensa unir París con el País Vasco y con Madrid? Pero están locos? En ese caso, todo va embadurnado de una supesta ecología, el manido medio ambiente. Cual es el objetivo? Pues el de siempre, seguir con la boina enroscada lo más aislados que se pueda, que como haya movimiento y cultura se acabó lo que se daba. Desgraciadamente las nuevas tecnologías hacen casi imposible quedarse separados del resto como pretenden, pero por ellos que no quede, lucharán hasta el final.

Y volvemos a los toros. Al toro de lidia. El barniz es también ecológico, de defensa de los animales. Nadie puede estar en contra de eso y todo el mundo desea que los animales vivan en el campo libres y mueran por causas naturales. Si una vez muertos otros animales se comen su carne creando un bello y eterno ecosistema mejor que mejor. Desgraciadamente estamos en el siglo XXI y ya casi no queda campo, ni ecosistema ni por lo que se ve vergüenza. Para que el toro exista tiene que existir la fiesta. Igual que para que haya ciervos y corzos y jabalíes tiene que haber caza y gente que cuide de sus fincas para hacer cacerías. Aunque en ambos casos se pueda sacar un beneficio económico.

Con el toro, como con la guerra o con el tren existe un interés adicional. Un interés paralelo que es más importante que la causa por la que se manifiestan. La lucha final, el fin último, es tratar de acabar con algo de nuestra identidad nacional, con una parte de lo que nos hace originales y envidiados. Al igual que con el idioma el fin último vuelve a ser luchar contra la "supuesta" identidad española que asocia al toro con nuestro país y que tanto les molesta. No se dan cuenta que los toros son, como dijo Joselito, una pasión, un sentimiento, un arte. No entienden de lenguas, ni de nacionalidades. Eso si, si las entendiesen seguramente hablarían bastante catalán, aunque les pese.

El toro de lidia, maravilloso animal, hay que dejarlo vivir y morir, si es bravo, en la plaza. Sólo así sobrevivirá.