14/2/11

127 horas y las decisiones en la vida

127 horas. 127 horas son las que le costó a Aron Ralston tomar la decisión más difícil de su vida. 127 largas e interminables horas en los que su vida pendía de un milagro, que nunca llegó, o de una dolorosa y dramática decisión que tuvo que tomar al final. Aron Ralston, el montañero ahora convertido en celebridad tras la película. El aventurero al que se le quedó atrapado el brazo en la montaña, sin posibilidad alguna de que nadie fuese a rescatarle, mientras se iba quedando sin agua, sin tiempo, sin vida.


Afortunadamente en la vida por lo general no se te presentan situaciones tan al límite. Además, sueles tener más de 127 horas para tomar decisiones. Por el contrario, en la vida, de estas decisiones no depende tu propia supervivencia por lo que las personas, conformistas y cobardes, somos muy poco proclives a hacer nada, a cambiar el rumbo de nuestra penosa y aburrida existencia, por lo que dejamos que el agua corra, esperando que las cosas cambien solas.


Pero es posible que Aron tampoco fuese una persona excepcional. A lo mejor era un tío muy normal, con sus miedos y su cobardía pero que en la situación desesperada en la que se encontraba no le quedase otro remedio al final. Si, tras 127 horas de agonía, cogió su cuchilla mellada y procedió a amputar la parte de su cuerpo que le retenía en ese lugar contra su voluntad. En primer lugar se rompió los huesos para luego, con determinación, proceder a cortarse la piel, los tendones, los nervios y todo aquello que le unía a esa roca maldita. A esa montaña que iba a ser su tumba. Según relata, para logra amputar su propio cuerpo, se mentalizó de que no formaba parte de él; que su brazo no era su brazo. Que ese apéndice no le pertenecía.


Ensangrentado y muy débil tras muchos días ahí, tomó una foto del lugar, con el brazo colgando y todo y empezó a andar, por aquellas montañas que conocía tan bien, hasta que encontró ayuda y salvó su vida.


Lo que me identifica con Aron Ralston no es la desesperación, que en mi caso es mucho menor (por no decir inexistente), ni desde luego que mi vida dependa de cortarme el brazo o no. Lo que me asemeja en parte a él es la necesidad que tengo en estos momentos de tomar una decisión complicada. Una decisión que seguramente debí de haber tomado hace ya mucho, mucho tiempo y que me hará perder muchas cosas, cosas que me atan casi tanto como un brazo. Y la tengo que tomar ya, aunque no esté desesperado. Aunque me quede agua, tiempo y vida.




Off topic. La película 127 ya la he visto y no está mal. Así de pelis con pocos actores está chula. No es "Burried" pero mola.

2 comentarios:

Icegarey dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ice dijo...

Unete al Club de la Lucha... Veo mucho potencial en ti!!!.

SUERTE!!!

http://www.youtube.com/watch?v=QuIkBuETvVA