11/2/08

Sequedad bucal...

Me veo obligado a escribir un post gilipollas sobre mi nueva experiencia absurda en mi vida. Tal y como está el tema estoy sufriendo la crisis de los 40 al borde de los 30!

Sabéis como va la crisis de los 40, no? Middle age crisis en EEUU. El tema te viene cuando te aproximas a los 40 y generalmente se da en personas inseguras y/o insatisfechas. Te das cuenta, casi de la noche a la mañana, que te aproximas a la mitad de tu vida (si todo va bien, claro) y estás casado con una mujer que ya no te gusta, tu vida se reduce al trabajo y en cuidar a tus hijos que se aproximan ya a una edad muy coñazo, una edad en la que empiezan a hacerte preguntas y a faltarte el respeto. Una edad en la que te empiezan a ver como lo que eres, un pringao.

Lo peor de todo es que profesionalmente tampoco has llegado donde te esperabas. Te das cuenta además, como cantaba Sabina (últimamente estoy muy Sabina, debe ser porque sale todo el rato si no es por sus discos o conciertos por su faceta política Arrrgh! La política para los políticos, pero bueno) que "el más inútil de la clase, qué elemento! llegó hasta el parlamento (..) y sin dejar de ser el mismo bruto, aquel que no sabía ni dibujar la "O" con un canuto". Pues eso, que el más tonto está ahí arriba, con el dinero por castigo y tu como un gilipollas currando, profesionalmente eso si, pero sin excesivo éxito. Te das cuenta que has perdido el tiempo trabajando en lugar de aprovecharlo en ganar dinero…

Además, para colmo de males, un grupo de amigos de toda la vida no han cometido tus errores y están solteros, aprovechando su tiempo al máximo, paseándose con tías espectaculares de veintitantos y gastándose su (mucho o poco sueldo) única y exclusivamente en ellos. Son dueños de su tiempo y de su vida, sin ataduras, viviendo a tope.

Y en eso que te levantas un día, miras a tu lado a la vaca burra en la que se ha convertido tu mujer y yendo al trabajo (seguramente en transporte público que la gasolina está muy cara) te das cuenta de que tu vida es una mierda. Así que te cepillas a la primera secretaria voluptusa que se cruza por tu camino, dejas a tu mujer y a tus hijos, te compras un descapotable y a vivir.

Bueno, luego te das cuenta que es a malvivir porque tienes que darle una pensión de tres pares de co.* nes, pero bueno, has cambiado y la novedad (similar a la que sentiste 10 años antes cuando te casaste y empezaste a procrear) te inunda los pulmones con ganas de vivir. Esto último me ha quedado bastante cursi, como de eslogan de revista de autoayuda o algo así, pero bueno.

El tema, y me centro en el motivo por el que he empezado a escribir este artículo lamentable, es que como estoy en esta mini crisis de los casi-treinta, he empezado a hacer cosas nuevas para motivarme. He empezado a tocar la guitarra, y se me da bien, eh! Debe de ser porque llevo desde los doce tocándome la flauta. (Chiste malo sorry!) y también he retomado, aunque nunca jugué, el baloncesto. Así que los lunes con algunos del curro vamos a jugar un partidito con otra gente de la empresa.

La verdad es que llevo únicamente dos partidos y hoy he marcado mis primeras dos canastas. Haciendo un análisis rápido, el baloncesto es el resumen exacto de mi vida, ni más ni menos. Me explico: Me muestro voluntarioso durante todo el partido, de arriba abajo, de abajo a arriba. Lo que me lleva a estar nunca donde debo estar, desubicado, inútil pero voluntarioso. Como en mi vida. En segundo lugar, dispongo de pocas oportunidades para triunfar, de encestar en el caso del basket (iba a poner meterla pero quedaba bastante peor), igual que me pasa siempre; y tres, esas pocas oportunidades que tengo rara vez son aprovechadas. Exactamente igual que en mi puta vida.

Pero bueno, hoy estoy moderadamente contento aunque mi equipo claramente inferior ha perdido, porque he metido dos canastas y he jugado bastante bien para lo que me esperaba. Lo único negativo es que me he pasado toda la tarde con una sequedad en la boca absolutamente insoportable, lo mismo le ha pasado a mi compañero que ha cuajado un excelente partido. Al final, y todo esto lo he escrito para poder poner la foto de uno de nuestro ídolos, que nos hemos acordado del mítico Bocaseca Man.

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