Nada más y nada menos que 4 goles como 4 soles le cascaron al todopoderoso equipo merengue ayer. La cara de Florentino, o FlorenTimo según algunos foros Anti-Floren que no se identifican, era todo un poema. Y es que, aunque no debo hablar de fútbol porque mis lectoras, amigas, amantes, concubinas, esclavas sexuales y demás se enfadan, creo que le debo a algunos de mis fans amantes del fútbol una explicación acerca de mi ya archiconocida animadversión florentiniana.
Vayamos por partes.
Florentino se fue del Madrid, hace mucho, mucho tiempo. En concreto… 3 años! Vaya, pero si no es tanto. Claro, pero es que la gente tiene memoria de pez y se olvida que se fue por la puerta de atrás, pañolada, tras pañolada y después de estar 3 años sin ganar un mísero título. Curiosamente el periodo más largo en el que el Madrid ha estado en blanco. Si, de blanco ha estado toda la vida, pero "en blanco" con cero títulos, es una marca que ostenta Mr. F.
Una vez fuera del club blanco dejó una supuesta súper gestión que iba a dar muchísimo dinero al club porque había maximizado los ingresos hasta límites insospechados, vendiendo trillones de camisetas a lo largo y ancho de la galaxia y creando un modelo de negocio fuera de toda duda. Una revolución del fútbol moderno, si señores, lo nunca visto a uno y otro lado del océano. Eso si, sin dar una sola cifra.
Del pelotazo trampa de la ciudad deportiva que generó unas plusvalías de aprox. 500 millones de euros (ahí si que hay buenas cifras) por supuesto nadie comenta nada. De hecho es irrelevante, lo importante eran los 8-10 millones que decían que sacaban con la gira asiática. Eso si, el tío viajaba con un equipo de arquitectos e ingenieros de ACS para de paso hacer allí unas obrillas.
Pero seguimos con su primera etapa, que como fue hace tanto tiempo hay que refrescar las mentes. Tras llevar a cabo esa súper gestión inmobiliaria con la connivencia de otro adalid de la libertad y la transparencia como es Gallardón, empieza el gasto increíble en galácticos: Zidane, Figo, Ronaldo, Beckahm, Owen, Diogo, Samuel, Woodgate… El objetivo era hacer un fútbol nunca antes visto. Espectáculo en estado puro. Fantasía. Poesía deportiva. Además, según comentaba una y otra vez "lo caro sale barato" y "los buenos se rentabilizan enseguida". Por supuesto sin dar una sola cifra, como cualquier politicucho. Palabras huecas. Vacías.
El segundo año logró la copa de Europa. Gran éxito si no tenemos en cuenta que cogió un equipo que acababa de ganar la Champions y que había conseguido otro entorchado europeo dos años antes. (Mola, lo de entorchado, eh?) Es decir, por poner un ejemplo fácil, que lo que hizo Floren es igual que si yo me hago cargo ahora mismo del Barsa y el año que viene gano la CL.
Tras ese tremendo éxito deportivo sin precedentes, el equipo se carga de más y más galácticos sin fronteras para conseguir el record antes mencionado. Tres añitos sin fútbol, sin espectáculo, sin victorias y por supuesto sin títulos. Oh! diosa fortuna, qué cruel eres con el generador y promotor del fútbol espectáculo.
Al no aguantar más tal injusticia decide abandonar por la puerta de atrás. Y utilizar la puerta de atrás nunca es una solución, para qué nos vamos a engañar.
… Segundos de silencio por el chiste fácil que todo el mundo espera y que no va a llegar.
Tras esos tres años lamentables, todo lo que viniese después sólo podría ser mej.. Digo peor, claro! Así que decide colocar a un caballero blanco, a un amigo, el candidato de Florentino, según resaltaron algunos medios en ese momento: Villar Mir. Las elecciones se desarrollan de una manera surrealista y tras amenazas de invalidación y otras miles de cosas increíbles, gana Calderón.
A Mr. F no le gusta perder ni al mus, como ha reconocido en muchas ocasiones, y aquello no fue una excepción. Tras tres años haciendo el ridículo en Europa (como tantos equipos, oye, que la Champions la gana uno solamente) y tras la consecución de dos ligas y un subcampeonato reñidísimo (todo esto fue puro azar, no se preocupen) Florentino decide regresar. Para ello pone en marcha el cañón mediático de Pedro J. y su
esbirro pseudo periodista Eduardo Inda al frente de Marca. Estos deciden allanarle las elecciones al ser superior. A todo esto, se suma la Sexta, en su tele comedia diaria que insisten en llamar telediario.
Y cómo lo hacen? Pues muy fácil, primero echan a Calderón, que había hecho de las suyas, y empiezan a hacer campaña mediática continua para que el ser sin mácula vuelva a ganar las elecciones. Aburridos y sobrados, como quien dice, deciden ahorrarse las elecciones y elegir a Florentino presidente de manera unánime y súper democrática.
De nuevo en el poder el mítico Floren, ese "onvre" genial y experto en todo lo que hace porque hace mucho y bien, decide endeudar al club y seguramente a la comunidad de Madrid (todavía más!?) y se gasta más de 250 millones de euros en un puñado de jugadores geniales como él. El objetivo está claro, volver a ganar todas las competiciones.
Lo curioso del caso, si repasamos unas líneas más arriba, es que hizo exactamente lo mismo hace muy poco tiempo (fichar al precio que piden a todos los balones de oro de los últimos años) y no ganó absolutamente nada. Bueno si, esa Champions inicial con la base de un equipo previamente bicampeón. Me hace mucha gracia porque los más merengues del mundo, esos que ven todos los partidos desde su butaca en el Bernabeu, te recuerdan que Florentino ganó dos Copas de Europa. "No, no, que fue sólo una". "No, no, dos, dos…" Y te lo discuten. Ya véis lo que decía de la memoria de la gente, que es selectiva un rato.
De todas formas, esta vez es diferente a la etapa anterior, a pesar de las inquietantes similitudes. En esta ocasión hay una planificación deportiva súper cuidada. Y no, no está el mafioso de Mijatovic, está un tipo mucho mas genial, educado y culto, con una formación sin precedentes: Jorge Valdano. Y además le acompañan Butragueño, Pardeza, Zidane y hasta Mejía Dávila. Un elenco infalible.
Con todo lo dicho, sólo le quedan a Florentino dos cosas por hacer, siempre sin dar cifras, claro: en primer lugar vender el Bernabeu que es lo que le ronda por la cabeza desde hace mucho, mucho tiempo. Posteriormente (o antes da igual) convertir al RM en sociedad anónima. Todo esto parece imposible pero ya dijo antes de empezar su primera etapa que nunca vendería la ciudad deportiva porque era patrimonio del madridismo y ahí tenemos todos los madrileños cuatro torres como los cuatro goles que le cayeron ayer al Madrid. Cuatro torres vacías, si, vacías, que se elevan sobre la ciudad en una caótica e inexplicable distribución.
Pero a pesar de lo escrito no hay que desanimarse. "No, no te desanimes amigo merengón. Si, si, si me dirijo a ti, lector de Marca. El año que viene (en enero, si es que es ya mismo) y con una nueva inyección económica la próxima temporada, el equipo ganará todos los torneos veraniegos en los cinco continentes. Y serán triunfos de verdad, no como los de Sanz y las ligas de Calderón que fueron por suerte. Serán triunfos galácticos. Triunfos de Florentino".
Halá Madrid!