En Sexo en NY, la serie más machista de la historia en la que cuatro mujeres desesperadas buscan al macho definitivo que las mantenga, lo explican bastante bien. Es que lo explican todo tan cojonudamente que se nota que los guionistas son hombres y que las mujeres de todo el mundo asumen al final, y aunque les pese, su rol femenino (que no pasa nada porque somos diferentes) ya que la serie les encanta a todas sin excepción. Estoy seguro de que si la serie estuviese orientada al revés hubiese durado en antena, no sé, dos emisiones y todos denunciados. Vamos, yo creo que nunca hubiese llegado a emitirse, la verdad. Ahora que lo pienso molaría, yo la llamaría "Vividores en NY" o "Rompebragas en la ciudad".
Al final de la serie, Carrie Bradshaw, la súper famosa protagonista, consigue al fin a su Mr Big, un acaudalado millonario newyorkino. Si, lo consigue todo pero la serie no da para más y claro dejan para más adelante una película, que se llamó "Sexo en NY: The movie" en la que se suponía que iba a conseguir el Jackpot final. Si, si, el megajackpot que no era otro que casarse con él.
La peli empieza muy bien porque se compran una casa a un precio absolutamente indecente con un vestidor absolutamente increíble. En el cine, sólo en ese momento, un gran número de mujeres tuvieron su primer orgasmo. Me estoy pasando I know.
Luego, según tengo entendido porque no acabé de verla, la peli acaba fatal porque no se casan. Venga ya!!! Habrá que hacer segunda parte de la peli tía que fuerrrte!!
Pues bien, a lo que iba con esta serie, en un momento una de ellas hace una de sus particulares análisis súper profundos y súper inteligentes. Si, lo digo porque lo pienso, ya he dicho que los guionistas son todos hombres y americanos! Una amiga le cuenta a otra que está muy sorprendida porque un ex se ha casado. La otra le responde que los hombres son como los taxis: tienen una luz apagada y durante su vida van teniendo diferentes compañeras de viaje. Un buen día la luz se enciende y en ese momento, con la tía con la que estén, pues se casan. Y entonces la otra le pregunta: "Y nosotras, qué? Tenemos esa luz?" Y ella le responde: "Si amiga, nosotros también tenemos esa luz pero está encendida desde que nacemos…"
Absolutamente genial!
Por cierto y como nota al pie, Carrie Bradshaw in real life Sarah Jessica Parker (o SJP con acrónimos porque es tan mega famosa que tiene acrónimos como el CGPJ, los JJOO y Miguel Ángel Muñoz MAM!), se acaba de divorciar por las continuas infidelidades de su también famoso marido Matthew Broderick, poniendo fin a una de las parejas más estables de la meca del cine. Vaya frase más estándar pero sirve para recalcar una vez más la diferencia en el ciclo vital de hombres y mujeres. Y eso que él está mucho peor que ella (guapísima en la foto-photoshop), pero a pesar de todo el tío lo sigue petando. Tienen un hijo en común. Y no me preguntéis como tengo esa información en la cabeza porque prometo que no lo he mirado en ningún sitio!
Pues eso, volviendo al tema, el hombre sigue el curso de su vida como un taxi, con unas y con otras pero rara vez piensa en formalizar. En la sucesión normal de idas y venidas sentimentales, (para los que las tienen claro, otros caen a la primera programados para casarse en algunos entornos religiosos) los hombres rara vez pensamos en casarnos. Hasta que lo hacemos, claro. Bueno a veces ni en ese momento.
En el caso de las mujeres casi cualquier etapa es buena para pensar en matrimonio y en formalizar, ya que como dicen en la serie, esa programación viene casi de "serie". De hecho uno de los principales problemas a la hora de tener una relación con la mujer es la teoría de la proyección. Me desvío del tema pero creo que merece la pena recordarla.
La mujer proyecta y esto es un hecho. Y qué es proyectar? Pues que si un hombre está saliendo con una mujer tres meses, en su mente masculina, y por lo tanto simple y básica (me intentaron explicar la diferencia el otro día) queda registrado que lleva con una mujer tres meses. Y punto.
En la mente de la mujer están grabados esos tres meses también (con todo lujo de detalles of course) pero también varias experiencias vitales que en su mente femenina se van a llevar a cabo, si o si, en el futuro. Las vacaciones siguientes que van a ser juntos, las posibles bodas de algunas amigas en las que por fin y para envidia de muchas irán acompañadas, esa navidad fría y romántica en la que recorrerá los rincones con más encanto de cualquier ciudad europea, etcétera…
Y entonces, si por cualquier casual la relación se rompe en el cerebro masculino básico y simple como hemos dicho antes, queda registrado que ya NO tiene una relación de tres meses y que es libre de nuevo. Es como el perfil de FB lo cambias y listo.
Sin embargo, en la mente de la mujer se desmoronan no sólo esos tres meses si no un futuro perfectamente planificado y una vida en común junto con el hombre de su vida. Porque ese era el hombre de su vida y no el cap*llo con el que estuvieron antes! Qué si que lo era j*der, y sólo será un cap*llo como el anterior en cuanto me recupere y encuentre a otro.
Por eso muchas veces la proyección lleva a las mujeres a una ruptura mucho más traumática...
Así que tenemos la pareja definida, lo que dure con las proyecciones de una parte y la mayor realidad (o simplicidad) por el otro lado. Pero hay más diferencias, muchas más. Una de ellas, la diferencia de objetivos.
En primer lugar, para el hombre la mujer lo es todo (o casi). Es el fin del trayecto, el fin último de su existencia como depredador. En principio el hombre cuelga las botas, utilizando un simil futbolístico o, como me gustan los toros, se corta la coleta al casarse. El símil taurino me mola mucho más porque puedes añadir que no por cortarte la coleta no vas a dejar de hacer alguna corridita benéfica de vez en cuando…
Pero para las mujeres la cosa es diferente. Su naturaleza las lleva a que el fin a corto plazo sea el matrimonio también, por cultura, por educación y por seguridad (no hay que olvidar la seguridad tan necesaria) pero el fin último, el fin supremo y definitivo son los hijos. Su naturaleza es así y es ley de vida. Por eso el tiempo corre, y hay que darse prisa.
Lo voy a dejar aquí temporalmente followers. Y lo dejo con una encuesta sencilla y contundente: La mujer proyecta: SI - NO - ERES UN GILIP*LLAS
Hasta la próxima entrega: La fórmula matemática para lograr un matrimonio!
(Como Punset y la felicidad, toma ya!)